miércoles, 15 de septiembre de 2010

Ciudades Encarnadas


Siempre me ha llamado la atención la manera como generalmente personificamos las ciudades que habitamos sin darnos cuenta. Yo vivo en Maracaibo, y aunque siempre me refiero a ella femeninamente (por ejemplo: debemos construir La Maracaibo que queremos…), me asombra percatarme que si tuviera que hacer una traslación humana de mi ciudad, en el intento terminaría dibujando un personaje masculino, quizás sea porque soy hombre o quizás se deba a los atributos intrínsecos de la ciudad.
Aquí les quiero mostrar mi visión particular de cómo concibo a las ciudades de mi país si pudieran encarnar un cuerpo humano cada una:
Don San Cristóbal, es un viejo de unos 70 años, muy ameno y cordial, de frondosa barba blanca y con una pronunciada barriga que no lo hace deslucir, casi parece un San Nicolás, su defecto es que en vez de preocuparse de los problemas en su hogar siempre está más pendiente de lo que pasa con la negra cuarentona de al lado, su vecina llamada Colombia
Mérida, dicen que es sobrina del Señor San Cristóbal aunque no se sabe a ciencia cierta, es una estudiante universitaria, le gusta usar provocativos vestiditos rojos con lunares negros, y a veces complementa su look con par de trenzas en el pelo, se la pasa de vacaciones eternamente, uno no sería capaz de precisar cuántos años lleva estudiando realmente, sin embargo siempre conserva su juvenil estampa así como sus constantes ganas de escaparse de paseo cada fin de semana a agarrar friito y tomarse unas smirnoff.
Maracaibo es un joven malhablado de 28 años recién cumplidos, aunque representa solo 23 ó 24, se cree la última coca cola del desierto pues su familia tiene con qué, y asegura tener la pinta más cool de la región, aunque por lo general se le ve en bermudas y franelilla blanca cargando un balde de agua pa’ todos lados. Comúnmente está cuidando de sus dos primitos, Cabimas, una niña de 8 años que siempre anda desaliñada, y el puberto Ciudad Ojeda de 13 años, ambos son una verdadera ladilla.
Luego encontramos a Punto Fijo, un chamo de 14 años de edad, se la pasa en la playa todo el día, siempre viste bermuda playera floreada y anda sin camisa, con un collar de cuero que sostiene un brillante dije con el símbolo de la paz. Su familia está preocupada por él porque creen que pueda andar en problemas de droga, en especial su tío Coro, un señor que pisa los 50 años, un intelectual que casi nunca sale de su casa, y que además nunca se ha atrevido ir a la playa a pesar de tenerla a la vuelta de la esquina.
La que si es todo un personaje de novela es la señora Caracas, hermosa pero viejona, casi 70 años, pero la clase no la pierde nunca, hasta se le ve llevar sombreritos con velo negro, sencillamente fue criada en otro tiempos. Habita en lo más alto del edificio, y vive a costillas de inmuebles y negocios de venta de ropa que tiene esparcidos por todo el país. Lo de ella es leer las últimas noticias de farándula en las revistas y andar constantemente comprando ropa nueva que siempre termina siendo igual a sus viejas prendas.
Valencia, esta chica me permito admitirlo: es todo un monumento, típica sifrinita, recién operada de las lolas, aunque no exageró al hacerlo, simplemente se puso lo que le hacía falta.  Ella se cuida mucho, va al gimnasio diariamente, viste muy bien y luce siempre un bronceado genial pues no pasan 2 meses sin que vaya a la playa a jugar vóley con sus amiguitas La Victoria y Guacara, la primera otra mamacita, la segunda la fea del paseo;  por lo general quien paga los costos de estos viajes es un chamo de unos 20 años quien las lleva en su Jeep descapotado, se llama Maracay, y aunque es buena gente realmente le cuesta mantener el trote de gastos de las chamas, se gasta todo lo que consigue ahorrar en su trabajo para complacerlas en este tipo de paseos, es empleado en una de las fábricas del papá de Valencia, el respetado señor Puerto Cabello, todo un caballero.
Guarenas y Guatire son un caso perdido, ellas se la pasan robando en los locales de ropa de la señora Caracas,  llegan medio bien vestidas y en sus grandes bolsos meten cuanto pueden,  no se les escapa nada que haya en la tienda que no use dispositivo de seguridad, de esos que hacen sonar la alarma en las puertas de salida. Y aunque a estas hermanas se les ve en la cuadra vendiendo el producto de sus robos con la mayor desfachatez nunca han podido agarrarlas con las manos en la masa.
PorlamarPorlamar es gay, todos los saben y a él no le da pena decirlo, siempre dispuesto a dejarse llevar por la lujuria, conocemos muy bien de varios amigos que le visitan con cualquier pretexto y que siempre salen disfrutándoselo. Sin embargo no puede ocultarse que es muy querido por todas y todos, siempre está allí para escucharte cuando lo necesitas realmente, como todos los gays.
Puerto La Cruz es una loca, demente, sufre de personalidad bipolar, a veces parece pero no es, o resulta siendo todo lo contrario. Tiene 34 años, y a pesar de su enfermedad luce aceptablemente bien, por ello siempre logra endulzar y llevar a la cama a tipos que recién conoce, quienes a la mañana siguiente salen corriendo cuando ésta les asecha con uno de sus repentinos cambios de actitud.
Su doctor, apodado El Tigre, la viene tratando desde hace mucho, pero el pobre no estudio en Harvard ni mucho menos, así que realmente no es mucho lo que logra hacer, aunque siente bastante compasión por ella, sabe que sus problemas comenzaron cuando Puerto La Cruz dejó saber a su familia y amigos que había visto un ánima llamada Tucupita, por eso no se puede hablar de fantasmas, siempre te considerarán loco, lo peor es que todos en su interior creen en la leyenda de Tucupita, nadie la ha visto pero todos saben que en realidad existe. Y sí, por si se lo preguntan la respuesta es sí, el doctor El Tigre también se ha follado a Puerto La Cruz.
La “señorita” apellidada De Los Roques es prostituta, pero de las finas, cobra en dólares. Ella prefiere no dejarse ver, casi que ninguno de sus vecinos ha podido disfrutar de sus servicios, lo que si qe aprecia sin problemas es una cuerda de hombres con pinta de gringos que entran y salen de su hogar en todo momento. A pesar de su promiscuidad con extranjeros es muy querida por todos pues resulta casi un lujo tenerla tan cerca.
Por último encontramos a Barquisimeto y Puerto Ordaz, dos primos lejanos –de segundo o tercer grado- pero que se quieren mucho, el primero es un poco más joven que Puerto Ordaz y es todo un Don Juan, todos en la cuadra creen que tiene futuro pues es muy aplicado en la universidad y no gasta más de los que debe. Trabaja en un Farmatodo.
Puerto Ordaz -por el contrario- es un obrero. Orgulloso de su trabajo, tanto así que al salir de la empresa siempre se deja su casco de seguridad amarillo hasta volver a casa, como si luciera una insignia policial. Siempre espera ansioso la llegada de los viernes para irse a echar las cervezas, para lo cual también se deja su casco puesto. La que termina sufriendo y esperándolo todos los fines de semana con la esperanza de que llegue bueno y sano es su dedicada esposa Canaima, tan noble que es casi una virgen.
Así como éstos hay un gentío más que también vive en Residencias Venezuela, pero a groso modo los nombrados son los personajes más pintorescos y los que más se dejan ver. Todos se conocen, aunque a veces pasan días sin verse las caras, muchos hablan mal de la conserjería y de la seguridad en la zona pero ninguno se muda, a la larga saben que solo aquí se sentirán auténticamente en casa.

5 comentarios:

  1. Excelente la verdad esto de personificar las ciudades! y concuerdo con el comentario anterior,hasta material para una novela o por lo menos hacer continuación en tu blog

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  2. Oye, felicidades. ¡Qué entretenido!

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  3. Chamo, vergatario... excelente tu post... conozco casi todas esas ciudades (me falta visitar Puerto Ordaz su señora Canaima y Los Roques) y de pana que si no son como tu dices se parecen que jode... no me gusto mucho tu descripción de Ciudad Ojeda, pero bueno, es tu post jejejeje... saludos...

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  4. Mente prolija, déjeme felicitarle...Un recorrido por esta querida Venezuela se bien en tus letras, mas aun si le agregaras un poco de realidad con virtudes y defectos que las hagan brillar mas de lo que haz hecho...!

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