sábado, 24 de octubre de 2020

Una manada de lobos y un hospital marabino

Por: Jinderson Quiroz

¿Qué hospital de Maracaibo atendió a las víctimas de un ataque Nazi durante la Segunda Guerra Mundial? Para contestar esta pregunta, cuya respuesta parece ser un secreto, debemos remontarnos al segundo mes del año 1942.

Como de costumbre, desde el sábado 14 de febrero del referido año, la capital del Zulia se dispuso a celebrar durante algunos días las fiestas del Rey Momo. Para esta época los carnavales marabinos se destacaban por ser muy entretenidos y brindar alegría a todo el público, sin distingo de edades o condición económica.

Por ser días festivos se acostumbraba a no trabajar desde el sábado en la tarde hasta el martes en la noche. Esta realidad era compartida por varias ciudades del país,  por ello, los aguerridos ataques por parte de submarinos Nazis contra barcos que salieron del canal de la barra de Maracaibo durante la madrugada del día lunes 16 de Febrero no fueron reseñados por muchos periódicos del país sino hasta el día miércoles 18. Ni siquiera el diario caraqueño “El Universal” tuvo publicación el martes 17 por ser Carnaval. 

Sin embargo, en Maracaibo el diario Panorama si tuvo edición el día martes 17, y en su portada dejaba ver los acontecimientos ocurridos el día anterior a través del título “Siete barcos torpedeados cerca de Venezuela”. Además, se destacaba el subtítulo “Veintidós heridos de dos barcos torpedeados llegaron a Maracaibo”, acentuando que existía una “gran ansiedad en el pueblo”.

  Hoy sabemos con certeza que aquél 16 de Febrero de 1942, exactamente cuando el reloj marcaba las 2:44 am, una explosión sorprendió a los 26 tripulantes del tanquero británico Tía Juana, el cual viajaba hacia Aruba desde el Lago de Maracaibo, y que tal detonación fue producida por un brillante torpedo disparado desde el submarino alemán U-502, bajo el mando del capitán Jürgen von Rosenstiel, dando inicio de esta manera a la Operación Neuland –Tierra Nueva–, concebida por la marina de guerra del Tercer Reich para interceptar en el área del Caribe a los convoyes petroleros que abastecían la gran demanda británica de energía (de 2 a 4 buques por día).

También conocemos ahora con total precisión muchos detalles de la operación Nazi que fue llevada a cabo por la famosa “manada de lobos”, como se le conocía a los submarinos alemanes. El U-502 tan solo minutos después de hundir al Tía Juana, arremetió contra el buque venezolano Monagas. Algunos sobrevivientes del primer barco torpedeado que habían logrado mantenerse a flote en plena oscuridad, fueron testigos del hundimiento de este segundo buque mientras oraban por ser rescatados de aquellas aguas frías, agitadas y envilecidas por el petróleo derramado.

Posteriormente un barco llamado Ramona rescataría del bravío mar varias personas totalmente agotadas, mientras que el U-502 continuaba con su destructiva marcha. Pasadas las 4 am de esa misma madrugada enfiló sus rápidos torpedos contra su tercera víctima, el petrolero británico San Nicolás, partiéndolo a la mitad y sumando en el acto varias muertes a la fatídica jornada.

Los U-boats (como eran conocidos los submarinos) también tenían órdenes de atacar las instalaciones petroleras en tierra firme, de manera que el U-67 de Günther Müller-Stöckheim hostigaba a Curazao, al tiempo que el submarino U-156 comandado por Werner “Perro Loco” Hartenstein cometía ataques desde la 1:31 am en la costa cercana a la refinería de la Standard Oil en Aruba. Finalmente, entre Paria y Trinidad se movilizaba el U-161 capitaneado por Albrecht Achilles. 

El martes de carnaval, como ya hemos señalado, la prensa marabina anunciaba el impacto generado desde el mismísimo día lunes sobre las actividades cotidianas de la población:

“La llegada a hospitales venezolanos de heridos producidos en el ataque a barcos que han salido de aguas patrias, conduciendo petróleo venezolano provocó una sensación de ansiedad en la hasta entonces despreocupada población marabina”.

“A las 11 de la noche, repetidas llamadas telefónicas de diversos conductos, uno de ellos del Resguardo Marítimo del Puerto, nos advirtieron de que en esos momentos atracaba el vapor “Ramona” trayendo una veintena de heridos de los barcos atacados”.

En efecto, esa noche del lunes, un cordón de la policía impedía el acceso a una multitud de gente que se había acercado al puerto para constatar con sus propios ojos el estado de salud de las víctimas tras el ataque del sumergible nazi. En el muelle desembarcaban los damnificados de los barcos San Nicolás y Tía Juana.

En dos lanchas fueron traídos a tierra desde el Ramona veintidós heridos que fueron inmediatamente trasladados al Hospital de la Caribbean, contándose entre ellos  ciudadanos chinos e ingleses, además de personas naturales de Bonaire, Trinidad, Saba, San Martin y San Estatius, ninguno era venezolano.

El recinto conocido originalmente como el Caribbean Hospital de la Shell o simplemente como Hospital Caribbean, es ahora la actual sede del Centro Médico de Occidente, ubicado en la Avenida 8 Santa Rita, aunque fue solo a partir de 1964 cuando comenzó a llevar este nombre. Su edificación, construida en 1930, no solo constituye en la Maracaibo de hoy una extraordinaria muestra de la llamada "Arquitectura Petrolera", sino que también representa un testigo mudo de estos trágicos acontecimientos. 


-Extracto del libro 10 Secretos Ocultos de Maracaibo-